Ya se pasó la primera noche de un nuevo año, acá dentro de éste Hotel con nombre "a casa", sabiendo que nos quedan en teoría "más de cien"... la resistencia y la paciencia para afrontar ésta realidad es absoluta.
Ahora es cuestión de acompañar las noches de soledades, con la esperanza de compañía, en un ambiente totalmente diferente y con un estado de ánimo superior al que el presente exige. Quizás si el pasar del tiempo se convierte en algo tan bueno como diverso a éste. Siento una gran firmeza con la "causa" y lo demuestro en los pequeños pasos que doy día a día, con lo cual se produce la "consecuencia" de transcurrir el calendario dentro de éste establecimiento, buscando a medida del tiempo los objetivos a cumplir.
Las telefonadas cotidianas con mi Padre y algún otro ser querido, son el contacto con el más allá de éstas montañas; la permanente conexión de internet se ha convertido "vital" para la superación de mi función laboral.
A diferencias de otras experiencias, casi desde elnicio tenía muy en claro de que se trata todo ésto, por eso mi tranquilidad es absoluta... solamente modificada por el comportamiento de los demás convivientes en ésta situación por demás particular. Si bien en gran parte todo tiene un "marco de normalidad", hay ciertos componentes que llaman la atención, por lo cual encontrar el equilibrio tiene un cierto esfuerzo psiquico-mental considerable. Por eso es mucho más el deseo a que todo sea así, a que se modifique, es casi necesario para "acostumbrarme".
Se comienza a realizar un nuevo capítulo, en lo que se refiere a la cronología de los hechos. Una otra vez, ya tengo un cierto preventivo imaginario de lo que espero que suceda con el pasar de los mese, será cuestión de ir ordenando las cosas con una atención particular al contexto mundial y personal. Pero no me quedan dudas que si logro haber la posibilidad de "elegir", concentraré toda mi racionalidad, para vivir de las situaciones que den una satisfacción sentimental...
